lunes, 11 de julio de 2011

Modulo I: Visión Bíblica de la Creación en el AT

I.                Visión Bíblica de la Creación (Pág. 21-85)

a.      Antiguo Testamento
Cabe entender el relato no como una página de ciencias naturales que nos informa sobre el cómo de la creación, sino como una reflexión religiosa, que es de suyo independiente del revestimiento literario adoptado, por debajo del cual late algo digno de ser oído y creído. La primera tarea de una teología bíblica de la creación ha de ser detectar la perspectiva bajo la que los autores sagrados contemplan la cuestión. La originalidad del Génesis  se emplazaba con sus versiones, los hagiógrafos se afanaban por tender un puente entre todas aquellas viejas creencias populares que se dan cita en sus escritos, y la fe en Yahvé.  

1.      Antecedentes de la fe bíblica en la creación
Hablar de creación nos remite inmediatamente a pensar en una condición de ser humano: criatura con las criaturas, y también en una condición de Dios que se manifiesta uno y trino, creador no por necesidad, sino por gracia. La creación siempre la veremos en relación a la salvación, al misterio de salvación; el ser humano ha sido creado para compartir la vida de Dios. Como  ocurre en el credo cristiano también en la Biblia el contexto propio de la fe en la creación es la fe en Dios.

1.1    Un Dios de la historia con poder sobre la naturaleza

La fe bíblica en Dios no está ligada como en otras culturas, a la naturaleza sino a la historia. En Jos. 10, 5-13, el Dios de Israel se muestra suficientemente poderoso para manejar los fenómenos naturales; la naturaleza es puesta por Él al servicio de un designio histórico: la conquista. Así pues, Israel ve en la naturaleza algo sometido por alguien a los fines de su historia. Jue. 4-5, Yahvé salva y nada se le resiste: si es preciso, puede causar temblores de tierra, cataclismos siderales, etc. La naturaleza sirve a Yahvé. Ex 15, 1-8, la salida de Egipto ha sido la que persuadió a Israel de que su Dios era un Dios salvador. La conclusión se impone: “Yahvé reina”. En estos tres textos se reconoce el poder de Yahvé.

1.2   Un poder ilimitado

Yahvé no se identifica con ninguno de los poderes cósmicos. Cuando se le pregunta quién es, da una respuesta enigmática, que remite en última instancia a la historia de salvación, no a la de naturaleza. Pero por eso su poder se ejerce sin restricciones de lugar o de instrumentos naturales; Yahvé puede intervenir en cualquier parte y usar como vehículo cualquier clase de fenómenos. Así la idea de este poder no especializado ni localizado conlleva a la de un poder que a la postre se revela como ilimitado y universal. Se concluye los textos examinados que la imagen de Dios que en ellos se nos transmite contiene virtualmente la idea de creación. Si Yahvé reina sobre todo y lo puede todo, ¿no será porque lo ha hecho todo? El concepto teológicamente primario es el de alianza, no el de creación. Yahvé ha escogido a Abraham y le promete un pueblo y una tierra. La promesa será ratificada por un pacto; en virtud de esta alianza,  Dios elige a Israel. Podía haber elegido a otros pueblos pues todas las naciones y la tierra le pertenecen, pero amó más a Israel. Este sería el primer concepto teológico explícitamente acuñado por la fe israelita: la alianza.  La misma idea de alianza tenía que provocar la explicitación de la idea de creación, una creación comprendida en el horizonte teológico diseñado por la alianza. Será el profetismo exílico el quien de este paso. 

2.           De la fe implícita a la fe explícita: los profetas el exilio

El destierro ha desencadenado una crisis de fe y confianza en los israelitas: ¿acaso Yahvé es impotente ahora para salvar a su pueblo como lo salvó una vez en Egipto? ¿Será que su poder es limitado? El Profeta responde estos interrogantes con una enfática proclamación de confianza: la fuerza de Yahvé no conoce límites; lo mismo que liberó a los pueblos de la esclavitud de los egipcios, volverá a hacerlo ahora; lo mismo que se creó a un pueblo de la nada, lo recrea de nuevo. Ello es posible y cierto porque Yahvé es todopoderoso, el creador de cielo y tierra.  Rasgos más destacados de la teología de la creación:

·       Si Dios puede decidir el fin de todo es porque tiene en Él su principio.
·       Es este poder omnímodo al que los profetas se refieren para confortar la fe de Israel en la alianza. El mismo y único Dios es el que realiza el único y mismo plan de salvación, del pasado al futuro. Lo ya ocurrido no interesa en sí y por sí, sino en cuanto acreditación de lo que está aún por ocurrir.
·       La potestad creadora de Yahvé se utiliza como argumento para superar la tentación de idolatría, mientras que los dioses de los gentiles son hechos por las personas, mientras que las personas  y el resto de los seres creados son hechos por Yahvé. Los dioses son TOHU = CAOS= nada; la razón es que no actúan ni salvan. La realidad de un ser viene dada por su operatividad; un ser que no obra, como si no fuese, es nada. El mundo por el contrario, creación de Yahvé es lo NO=TOHU=NO LO CAÓTICO, algo realmente existente.
·       Para denotar la acción creadora exclusiva de Dios se emplea un término técnico: es el verbo BARA, es un verso estrictamente teológico: su sujeto, siempre y sólo, es Yahvé. Yahvé es creador de Israel en tanto y porque es su salvador. Análogamente puede conjeturarse que el creador del mundo es también el salvador de lo creado; y ello con tanta más razón cuanto que bara denota no sólo la acción de dar principio a la realidad sino también, la acción consumatoria de esa realidad. Es una creación con la salvación.  
·       En varios lugares se habla de la creación por la Palabra. Como Dios llamó a Israel para hacer de él su pueblo, así llama a las cosas al ser: Yahvé llama a los cielos y estos comparecen ante Él. La Palabra de Dios es verdadera y operativa, no ilusoria como la de las personas. Este crear diciendo las cosas, llamándolas al ser, va a constituir uno de los trazos característicos  de la teología de Gn.1.
                                           
      3. El relato bíblico de la creación: Gn. 1, 1-2, 4ª
     
3.1 Observaciones previas
Lo más importante de este primer capítulo de la Biblia es que la creación interesa, más que  en sí misma, en cuanto punto de arranque de una corriente que lleva a la vocación de Abrahán. Gn. 1 no es, pues, un fragmento de ciencia natural, una noticia profana sobre el comienzo del mundo y de sus habitantes, sino una página, la inicial de historia de salvación. Señala Von Rad, en su libro, El Libro del Génesis,   “El hecho es que Israel interpretó el origen del mundo en función de su propio origen como pueblo de Dios”

3.2   Un problema de crítica literaria
En GN 1 encontramos con a) una tradición mítica, fundamentalmente conservada tanto en la estructura general como en los rasgos característicos, pero teológicamente irrelevante; y b) una interpretación profética, que es la que tiene importancia religiosa. No se trata, por tanto de dos tradiciones paralelas y de dos fuentes independientes que se funden en la forma actual de texto, sino de un material que, en su tradición oral, ha ido sufriendo modificaciones paulatinas que lo matizan o completan y que finalmente es fijado por escrito.  Se presentan estas características:

§  Repeticiones, el relato yuxtapone un doble modo de crear, por la palabra y por la acción.  Sirvan de ejemplo dos versos 6(dijo Dios: haya un firmamento… y así fue); y 7 (hizo Dios el firmamento); si Dios dice que haya firmamento y se constata que “así fue”, ¿qué necesidad hay de añadir el verso 7?, y así ocurre en otros versos.
§  Desfase entre el número de obras y el número de días, las obras creadas son ocho (luz, firmamento, tierra y mar, plantas, astros, peces, pájaros, animales terrestres, el ser humano) normalmente a cada obra corresponde un día, pero inesperadamente los días de la creación son 6; hay dos días, el tercero y el sexto,  en que se crean dos clases de seres (tierra – mar y pantas;  animales y el ser humano, respectivamente)
§  Contradicción entre los vv. 1 y 2: se trata de la irregularidad  teológicamente más importante. Mientras que el v.1 (en el principio creo Dios los cielos y la tierra) es una novedad absoluta, sin ningún paralelo  en las cosmogonías religiosas de la época, el v.2 (la tierra era algo caótico y vacio, y  tinieblas cubrían la superficie del abismo) reproduce una imagen familiar a las mismas: la de un caos acuático primordial del que, por sucesivas divisiones, van surgiendo la luz, el firmamento, la tierra, el mar…

3.3 La cosmogonía popular
 Se trata de un relato de la creación por la acción (Tatbericht): del caos preexistente van surgiendo, por sucesivas divisiones o separaciones, los tres grandes espacios, que luego serán rellenados por respectivas habitantes (astros, vegetales – animales, peces-pájaros). La creación se comprende aquí como simple ordenación del caos, sobre el que Elohím “trabaja” siguiendo el esquema cosmogónico de la época, que concibe el universo como la superposición de tres abstractos: tinieblas, aguas, tierras. La acción de Dios se realiza, pues de arriba abajo, según el orden lógico que ofrecen los estratos con los que dicha acción va topándose.

Algunas conclusiones teológicas:

o   La identidad entre el Dios salvador de Israel (el Dios de la alianza) y el Dios creador del universo da origen a una perfecta síntesis Dios-Ser humano – cosmos. El Dios de Israel no es un Dios particularista, sino universalista. Su benevolencia no se circunscribe a esa mínima porción del mundo que es el pueblo judío, sino que se extiende al entero cosmos.
o   El relato esta informado por un monoteísmo sin concesiones. Un único Dios, dotado de poderes ilimitados, es el principio exclusivo del que procede del mundo, no por emanación ni a través de una lucha con elementos primordiales, sino por la sola palabra y en virtud de su libérrimo designio de autocomunicarse.

o   La fe en la creación manifiesta sus virtualidades liberadoras. No solo porque ha sido formulada por primera vez en el seno de un pueblo esclavizado, con vistas a suscitar en él la esperanza al rescate, sino porque, desdemonizando el mundo y profanizando la naturaleza, emancipa al ser humano de todo vasallaje bajo los poderes impersonales del cosmos.
o   La descripción de la acción creadora esta conscientemente estilizada, comprimida a lo esencial y sigue las pautas marcadas por las cosmovisiones de la época.
o   ¿Enseña Gn. 1 una creación de la nada? No hay duda de que el autor suscribiría el contenido conceptual de la formulación creato ex nihilo; a su modo, esto es lo que ha querido decir con el verbo bara y con la depuración a que ha sometido el caos.
o   Se ha indicado ya el importante papel que juega en el relato la temporalidad. El esquema de la semana creadora le sirve al autor para manifestar la valoración positiva que le merece el tiempo. La fe bíblica en la creación se opone al mito del  eterno retorno; solo así tiene sentido hablar de la historia, esto es, de un proceso con comienzo, crecimiento y fin. El mundo queda asumido en esa historia una, que tiene por protagonista, además de él, al ser humano y a Dios, y que es por consiguiente historia de salvación.

4. El resto del Antiguo Testamento

4.1 Los salmos

Las referencias a la creación son muy frecuentes en los salmos; la idea suscita en los salmistas sentimientos de acción de gracias, alabanzas y adoración, confianza, sorpresa admirativa. El tema de la creación deviene así una de las fuentes nutricias de la piedad israelita. En los Salmos, aparece la figura de Dios dándose a conocer a los pueblos. La historia será el lugar privilegiado de la comunicación y actuación de Dios. Los Salmos son un memorial de lo que Yahvé ha hecho, que sustenta y determina el ser y el quehacer del pueblo. La fe de Israel es capaz de leer esas manifestaciones divinas.

Es en la historia de Dios con su pueblo donde se canta la fidelidad de Dios y se reconoce la constante tentación de la infidelidad del pueblo (Sal.78,57; 81,12) las desgracias del pueblo son producto de alejarse de Yahvé (sal. 78, 28.31). Viene expresado el acontecimiento constante a la conversión, y la llamada a la fidelidad. En los Salmos, Israel llega a conocer su identidad como pueblo. La vida se da por obediencia a la Palabra. Israel es el siempre presente, se está haciendo ante Yahvé. La elección de Dios por el pueblo es acción creadora, es fruto de su libre soberanía. El horizonte de la historia nos permitirá acceder al tema de la creación. En muchos salmos se encuentra íntimamente ligados la historia y la creación. Las referencias a la creación son muy frecuentes en los salmos; la idea suscita en los salmistas sentimientos de acción de gracias (Sal 136), alabanza y adoración (Sal 148), confianza (Sal 33), sorpresa admirativa (Sal 8, 104).

La creación en los salmos significa no poseer un ser o un devenir. El ser es donado, es entregado (Sal 65, 7; 78, 69). La creación es, pues, gracia, y es Dios quien sa el reparto de alimento (Sal 104, 27; 145, 15).

4.2  La literatura sapiencial

La literatura sapiencial va a imprimir un nuevo giro a la doctrina de la creación. Esta es objeto ahora de una atención ya no mediatizada por los motivos soteriológicos, sino dirigida a la contemplación de los atributos de Dios. La creación es desglosada de lo que era su contexto próximo (la historia de la salvación) para ser analizada en sí misma, de esta suerte, el dato creación comienza a funcionar como ingrediente de una especie de teodicea elemental y como fundamento del orden moral. De lo que ahora se trata es no tanto de comprender la historia de Israel cuanto de esclarecer el misterio del mundo y de la condición humana. Una primera afirmación de esta nueva teología de la creación sostiene que, siendo esta la obra de la sabiduría de Dios, nada de cuanto sucede es atribuible al azar o a un destino incierto. Yahvé fundó la tierra con sabiduría: esta presidio todas sus obras. El hecho de que todos seamos criaturas de Dios impone la obligación de respetarse mutuamente; ricos y pobres; poderosos y humildes, son hechura de Yahvé. Igualdad vigente entre las personas, fuere cual fuere su status social. El único camino sensato es reconciliarse con la creación y prestar oídos a la sabiduría que viene de Dios, que interpreta a la persona intimándola a la conversión y al reconocimiento de sus límites. Lo creado se trasciende hacia Dios en quien radica en última instancia el misterio del mundo. Ser criatura implica depender enteramente de Alguien suficientemente grande y bondadoso y justo como para merecer un crédito ilimitado, significa también estar dispuesto a recibirlo todo de sus manos. La Sabiduría es la personificación de la Palabra de Dios que actúa. Cuando es leído a partir del NT, entonces podremos afirmar la presencia de Jesús en ella. Es solamente una personificación literaria. Todo el libro de la Sabiduría intenta desmitificar la naturaleza. El ser humano está llamado a ascender de las realidades creadas, que ve, al Dios creador. Destaca su universalidad (9,1; 7,18). Se prepara la afirmación de la creación de la nada.

4.3 El Libro Segundo de los Macabeos

La formula de 2Mac., alcanza una precisión teológica irreprochable y posee además una eficacia retroactiva; a su luz es licito precisar la intuición latente en las viejas aseveraciones: la creación de todo por Dios, la repulsa de cualquier forma de dualismo, la unicidad y soledad de Dios al crear, la creación por la palabra, etc. Contemporáneo del libro de la Sabiduría y, como él, escrito en griego, El Segundo Libro de Macabeos nos proporciona el último documento de la fe judía en la creación. El texto no se presenta como una aséptica elucubración de laboratorio. Está encuadrado en un contexto vital muy próximo al de los profetas del exilio; la creación se esgrime como motivo de esperanza en el instante de la prueba suprema y como argumento a favor de la fidelidad de Dios a su alianza. De esta suerte se cierra la elaboración teológica del tema de la creación con el mismo acorde fundamental con que se había abierto el AT: la acción creadora y la acción salvadora son. En el Dios de Israel, convertibles e inseparables.

Actividades:
1.      ¿Cuáles son los puntos más interesantes de la lectura?

2.      Trate de explicar con sus palabras como aparece la Creación en el At.

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